¿Por qué es tan difícil hacer que mi hijo cambie?
La vida es un constante cambio y eso se ve reflejado desde que nacemos. Desde niños vamos cambiando a medida que pasa el tiempo, de solo dormir y hacer las necesidades básicas, empezamos a gatear, luego a caminar, a correr, etc. Como todos los cambios hay algunos cambios que pueden hacerse más rápido y hay otros que no. Por ejemplo, hay niños que dejan de usar pampers tan rápido que nos pueden hacer creer que debería ser fácil para los demás, pero la realidad es que no todos somos iguales.
Un viaje de mil millas comienza con un paso.
Lao Tzu
Lo que mis hijos me enseñan día a día es que aun siendo hijos de los mismos padres, comiendo la misma comida todos los días, siendo expuestos día a día al mismo medio ambiente, etc., cada uno es diferente en todo los sentidos. El más grande cuando se sienta a comer, lo hace rapidísimo. El segundo puede quedarse sentado una hora y el más pequeño cuando se sienta come y toma mucha agua.
El segundo le encanta hacer diferentes sonidos y pareciera ser bueno con los idiomas en cambio al primero le está resultando difícil aprender Inglés. No quiere decir que no puedan aprender algo que le resulta difícil, pero si debemos aceptar como padres que a veces aun intentando los cambios de la misma manera podemos obtener resultados muy diferentes. Entonces ¿cómo promovemos los cambios en nuestros hijos?
Primero debemos aceptar que:
- Nuestros hijos son diferentes a nosotros y entre ellos.
- Los cambios no son inmediatos, en algunos casos nos va a tomar más tiempo que en otros.
- Si hacemos muchos cambios a la vez ponemos mucha presión en la vida de nuestros pequeños.
- Muchas veces vamos a ver progresos y justo después vamos a ver qué retroceden.
- En algunos casos pueden que no estén listos para el cambio que queremos realizar (por ejemplo que no usen mas pampers) por eso se resisten tanto.
El Cambio no es un evento, es un proceso.
Chip & Dan Heath (Switch)
Una vez aceptado esto, cuando vamos a realizar un cambio importante en la vida de nuestros hijos debemos llenarnos de paciencia. Si podemos promover el cambio de una forma divertida pudiéramos ayudar a nuestros hijos a aceptar los cambios que deseamos más facilmente. Por ejemplo, cada vez que vaya al baño solito se gana una estrellita, en vez de darle la mamadera le damos la leche en un vasito súper especial, cuando se ponen la pijama se ganan una calcomanía, etc.
¡Sí! Es cierto, no debemos darles premios por todo, pero podemos utilizarlos para iniciar el cambio y así lograr que el cambio no sea tan traumático. Yo les repartí muchas calcomanías para que se pusieran las pijamas. En la actualidad no reparto calcomanías, mis hijos solos se ponen las pijamas y buscan sus cuentos para leer en la noche.
Recordemos que aunque el cambio o los cambios que estamos tratando de lograr en nuestros hijos, nosotros los adultos lo veamos como algo sencillo para los pequeños puede ser difícil. También debemos recordar que a veces los niños pasan por etapas, solitos van creciendo y madurando a su propia velocidad y cuando menos lo esperamos eso que tanto queríamos cambiar y no pudimos ellos solos lo logran.
Esto también pasará.
Anónimo
Si te gustó, comparte este artículo con tus amigas y por favor deja tus comentarios. Nos vemos en los comentarios. |