Hace un año atrás mis tres hijos me dijeron que querían participar de unas clases, después de la escuela, de ajedrez. Tanto a mi esposo como a mí nos pareció una buena idea. Yo solo conozco las movidas básicas de ajedrez pero no sé nada de estrategia. Pensé que era una buena forma de desarrollar otra área del cerebro, pero nunca pensé que pudiera ayudar en tantas cosas.
Una buena memoria, concentración, imaginación y una gran voluntad son necesarias para ser un gran jugador de ajedrez.
B Fisher
Hay países donde el ajedrez está incluido como una clase más en la escuela, ya que se han visto demasiados beneficios de practicar el ajedrez, como por ejemplo, hace que los niños sean más Inteligentes. Del libro Chess is Child’s Play escrito por Laura Sherman y Bill Kilpatrick podemos mencionar algunos otros beneficios:
- Le da a los niños habilidades para resolver problemas
- Ayuda a los niños a tener planes para las sorpresas no deseadas
- Les da la habilidad de pensar antes de que pasen los eventos
- Les da autoconfianza
- Les enseña a pensar fuera de la caja
- Les enseña a ganar y perder con gracia (deben darse la mano al final de cada partida)
- Les da la habilidad de crear sus propias posibilidades
- Les da la habilidad de concentrarse por periodos largos de tiempo
Creo que si hubiera sabido todos estos beneficios yo hubiera sido la que los hubiera alentado a jugar ajedrez. Sin embargo, una de los mayores beneficios que siento como padres podemos inculcar en nuestros hijos es a luchar hasta el final, hasta que la partida termine. Una vez termina el juego poder verificar que se hizo bien y que se hizo mal.
Es decir, si nuestros hijos ganan que ellos mismos puedan encontrar donde se equivoco el oponente para así en el futuro, no cometer ese mismo error. En caso de haber perdido, encontrar cual fue el error y aprender para no cometerlo en el futuro. Les enseña a aprender de las derrotas y de las victorias.
De igual manera, me encanta la regla de darse las manos al final de la partida, porque los ayuda a controlar sus emociones y a aprender que puede que hayan perdido una partida pero que ellos no son perdedores. Les enseña que deben practicar y estudiar a los grandes maestros para mejorar.
No tenga miedo de perder, tenga miedo de jugar un partido y no aprender algo.
Dan Heisman
De mis hijos el que más a tendido que aprender a dar la mano al final es mi hijo mayor. A él le afecta la derrota, sin embargo ha aprendido que para ganar tiene que seguir practicando y para mi esa es la magia para lograr lo que queremos. Seguir practicando y seguir mejorando.
Ahora que están de vacaciones siguen jugando ajedrez. Están tomando clases y practican casi todos los días. Dependerá de ellos el nivel que deseen alcanzar, pero los beneficios son tantos que como madre seguiré motivándolos a que practiquen y sigan aprendiendo ajedrez.
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